En un terreno intermedio entre la derecha y la izaquierda musical estaban las figuras de la transición, los pianistas Clyde Hart y Dickie Wells, el trompeta Peanuts Holland, los tenores Dick Wilson y Henry bridges Jr, y las tres figuras más respetadas por todo el mundo dentro de la comunidad del jazz: Art Tatum, Lester Young y Charlie Christian.
La brillante formación de músicos de jazz del pasado, del periodo intermedio y del futuro nunca apareció toda al completo en la Minton's Playhouse en una sola noche. Las sesiones eran informales y la presencia impredecible. Aparte de los componentes de la orquesta local, nadie cobraba. Algunas noches podía haber sobreabunancia de saxofones; otra, de trompetas, en que parecía que todos los hombres que se dedicaban a ella estaban en la ciudad y se habían dado cita alli; entonces, los agudos podian hacer temblar paredes.
Habia tantos nombres en el Minton's que las reputaciones no significaban nada. Coleman Hawkins y Roy Eldridge tenían que dejarlo o callarse como todo el mundo. Una vez que un hombre había tocado su música y había mostrado cómo sus mejores melodóas brotaban desde dentro, o utilizándolas como punto de arranque para un solo mejor, no quedaba otra cosa que hacer que tomarse algo e irse. Así era como mantenía la competición, como se reaccionaba a la presión; lo que contaba eran las ideas musicales que se creaban. El resto consistía simplemente en dejar pasar acordes, repetición de clichés o virtuosismo vacío. En este caldo de cultivo, en algún momento entre 1941 y 1944, el swing se disolvió en un nuevo estilo de jazz, el bebop*.
*La palabra bebop se pensó en un principio que era onomatopéyica, como klook-a-mop, y de hecho pudiera derivarse de la última. Otros dicen que la inventó el hombre de swing incontenible: Fats Waller. A nadie le gustaba demasiado, el menos dentro del grupo de los nuevos músicos de jazz. Pero permaneció.
Ross Russell - Bird, la biografía de Charlie Parker
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7 comentarios:
El Minton´s Playhouse debía ser la locura.
Vaya pareja, Charlie y Dizzi!
¡ Tiempos heroicos de cambios trascendentales !
Qué cantidad de tipos raros debieron pasar por ahí!
Me gusta eso de que allí las reputaciones no significaban nada. Un templo de jazz más allá de quienes fueran los devotos que allí se juntaran a tocar y darle cuerda al asunto.
Pasarían los mejores de cada casa, reputaciones aparte.
Lo que es seguro es que pasaron los más talentosos.
El vídeo es histórico y el texto de la biografía muy interesante. La fotografía para la "cole" de fotos.
La foto es atómica.
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