El blues nace cuando el negro se siente triste, cuando se encuentra lejos de su hogar, de su madre, de la mujer que ama. Entonces, el negro piensa en un tema o en un ritmo, coge el trombón, o el violín, o el banjo, o el clarinete o el tambor, y toca, rompe a cantar, o sencillamente baila. Y mediante el tema elegido, bucea en lo más profundo de su imaginación. Esto le disipa la tristeza, esto es el blues.
ERNEST ANSERMET, 1918
11 comentarios:
Fantástico. Una serie para guardar y ver de vez en cuando.
Uuuff qué bien le sienta esto al cuerpo...
Señor Gatopardo, tengo una gran encomienda que pedirle... hace un par de días un italiano que toca la guitarra como los demonios me hizo la indecente proposición de cantar en un futuro grupo de blues y, bueno, acudo a usted para que me dé ideas; la verdad es que estoy en blanco... además que no sé cómo me lo propone, sólo me ha visto mal cantar dos veces en unas jam afortunadamente vacías.
Espero sus propuestas; de todas formas, jum... estas mi piazze/piace il cuore!
Imprescindible.
Todo esto lo tengo en DVD. Por fin tras largo tiempo buscando lo encontré.
Los viejos bluseros no podían dejar de tener el DVD correspondiente, faltaría más.
Mademoiselle Andsha Pinolina, que todas las propuestas indecentes que le hagan los italianos sean como ésta. Observo admirado que entre sus muchas virtudes se cuenta también la de cantar.
Jajaja si al final sale la cosa ya te mandaré alguna cosita en cercle restreint y espero me des tu más sincera opinión!
Pd. Jaaja Pinolina viene de mi infancia; Andsha seguirá siendo un misterio
Esperaré Andhiosamente
Yo ya la he guardado Juan.
Bueno Gato, muy bueno.
Éstas son joyas y no la de los escaparates.
Yo le voy a dar a +1, que no sé para qué sirve, pero supongo que es como una recomendación ¿no?.
No le des mucho al +1, no vaya a ser que nos controle la SGAE..
Estoy con Andsa: esta música le viene divinamente al cuerpo. Y al alma.
Qué entrada tan estupenda, qué introducción tan breve y tan fantástica, Gato.
Gracias.
Oye, que se me van los pies... y las caderas... ¡Qué peligro!
¡Que no decaiga!
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