viernes, 9 de septiembre de 2011

Miles Davis (Cuarta parte) La caída a las tinieblas

Su adicción fue una sorpresa total para algunas personas que creían que lo conocían bien, porque él parecía ser el músico más limpio de la generación bop. El, pianista Gil Coggins comentaba que : "¨Él era esa clase de hombre (...) con toda esa mierda burguesa. No quiere que lo pesques en un fallo (...) tenía mucho control de sí mismo (...) mantiene la distancia con la gente porque no quiere ser lastimado". Como el mismo Miles dijo, es probable que el aburrimiento haya sido un factor importante. Habían pasado varios meses desde que abandonara a Parker y, por fin solo y ante un futuro aparentemente inhóspito, es posible que haya anhelado esa "sensación de peligro" que hasta ese momento sólo había experimentado de manera indirecta a través de Bird. Tal vez Miles empezara a consumir heroína para divertirse, pero tardó muy poco en volverse un completo adicto y se hundió velozmente en el caos y la degradación. Aquel joven elegante, disciplinado y burgués sufrió una transformación rápida y horrible que lo convirtió en una persona descontrolada, inestable y amoral. En aquellos cuatro años trabajó poco y mal, su salud se deterioró y llegó a tocar fondo cuando comenzó a vivir de cualquier mujer que gustará de él o se compadeciera, y en ocasiones hasta ejerció de proxeneta ("Cuando tomaba drogas (...) cogía el dinero de las putas") y estuvo a punto de hacer cualquier cosa para obtener el metálico suficiente para una dosis.

Os dejo el vídeo de esta extraordinaria versión de Miles del clásico de Cole Porter "Love for sale".


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