Antes de trasladarse a Nueva York hace ya 13 años desde su nativo sur de California, Cecilia Coleman había adquirido en su tierra una sólida reputación como pianista y arreglista. Sus estudios con Charlie Shoemake y Tom Kubis le proporcionaron una consistente base teórica a partir de la cual escribió arreglos imaginativos para una gran variedad de grupos. Amplió más tarde el espectro de su abanico jazzístico con la complicidad de diversos músicos neoyorquinos.
3 comentarios:
Una maravilla, no puedo decir otra cosa.
Me se había pasado. Me gusta, música tirando a clásica.
Otra más suficientemente preparada.
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