lunes, 4 de marzo de 2013

Sheila Jordan



Sheila Jordan (Detroit, 1928) siempre estuvo comprometida con la música y la cultura negra, lo que siendo blanca, le ocasionó graves problemas con los prejuicios raciales en los Estados Unidos. Desde muy joven trabó estrechos lazos con el pianista, Tommy Flanagan - un músico muy proclive a acompañar a las cantantes de jazz- con el guitarrista, Kenny Burrell, con el magnifico pianista, Barry Harris, y el circulo boppers de Detroit.

Empezó a cantar informalmente con un trío y allí conoció a Charlie Parker, cuya amistad fue determinante para que se instalase en New York en 1950. Inmersa en los círculos jazzisticos de la Gran Manzana, Charles Mingus, le aconsejó que adiestrara su voz con el pianista, Lennie Tristano. Con Tristano estuvo dos años (1950-1952) fundamentales para su formación; Tristano le enseñó, teoría, armonía, cantar de oído y leer música a primera vista. En 1952, se casó con Duke Jordan - de quién adquiriría su apellido para siempre- pianista en 1947 del quinteto de Charlie Parker, y con el nacimiento de su primer hijo, se retiró de los escenarios durante una buena temporada, hasta que George Russell se acordó de ella.

Con el sexteto de Russell, Sheila Jordan, grabaría para Riverside en 1962, un disco que conmocionó el jazz vocal con sus arreglos e interpretación. El propio Russell, convence a los productores del sello Blue Note, para que hicieran una excepción con su política de no grabar cantantes y Sheila Jordan, tuvo el privilegio de ser la primera cantante de jazz de grabar un disco para este vanguardista sello jazzistico. El resultado fue un excepcional álbum titulado "Portrait of Sheila" que está considerado como uno de los discos de jazz vocal mas importantes de toda la historia de esta música. Incomprensiblemente y a pesar de ese magnifico disco, Sheila Jordan, no volvió a grabar un disco hasta pasados doce años de aquel acontecimiento.

Fue en 1975, cuando volvió a pisar un estudio de grabación para grabar "Confirmation" un álbum que corroboraba su calidad y confirmaba que su estilo había madurado magníficamente. Era el inicio del reconocimiento de critica y publico e incluso de sus propios compañeros músicos. Su actividad discográfica no cesó desde entonces y se asoció con varios pianistas de categoría, primero con Kenny Barron donde dejó un magnifico álbum titulado "The Crossing" en 1984 para el sello Black Haw, y después con el elegante pianista, Steve Khun, con quién todavía en pleno siglo XXI, actúa en giras, conciertos y festivales de jazz, en una fantástica demostración de arte jazzistico.

5 comentarios:

marian dijo...

Creo que es más interesante (por lo que cuentas) como persona que como cantante y eso que sentimiento le pone.

Juan Nadie dijo...

Todo el sentimiento, pero... Ummm... no sé...

Sirgatopardo dijo...

Una más.

jose dijo...

La verdad, no se corresponde el texto con lo escuchado, pero tambien habria que oirla en su juventud porque aqui debe tener un buen taco de años y la perdida de voz y estilo parece evidente.

Sirgatopardo dijo...

Evidentemente.