lunes, 31 de marzo de 2014

El nuevo estilo (Tercera parte)

Free Jazz :  Leon Zernitsky
No sé si conviene continuar con mi identificación entre el jazz moderno y otras ramas del arte moderno: creo haberlo dicho todo al afirmar que me producen el mismo rechazo. Con todo, una vez establecida esa correspondencia, no tardé en ver cómo el jazz pasaba de la mistificación ("¡Por qué no contratas a un mi pianista?" y "¿Qué está tocando?") a la provocación. Gente como Ornette Coleman, Albert Ayler y Archie Shepp, que prescindían de la tonalidad, de la armonía, de las melodías, de las notas y del ritmo, fueron el espejo en el que se miraron jóvenes y viejos, como Rollins y Coltrane. Y algunos de ellos conferían un aire más entusiasta a lo que tocaban al apuntar que existía una cierta relación con las aspiraciones del movimiento del Black Power. Los negros habían pasado de utilizar la música como entretenimiento para los blancos a servirse de ella como instrumento de odio hacia dicho grupo. Todo aquel que crea que un disco de Archie "Estados Unidos me ha hecho mucho daño" Shepp no son sino dos dedos que sobresalen de un puño cerrado y que le señalan no apreciará lo que tiene ante sí. O como afirma LeRoi Jones: "La música de Sonny Murray transmite las necesidades atávicas de la nueva música, su inmensa carga emocional. Un fantasmagórico lamento del espíritu cede su lugar a heroicas marchas espirituales y a celebraciones sacerdotales de la nueva condición del hombre negro".
Por aquel entonces, ya tenía casi la certeza de que se había dejado de hacer jazz. La sociedad que lo había engendrado había desaparecido para siempre jamás. Aun así, dudaba de que la fuerza y la alegría que habían  suscitado pudieran regresar de la nada de donde precisamente habían salido.

Philip Larkin - All What Jazz (Escritos sobre jazz)

12 comentarios:

carlos perrotti dijo...

El tipo habla evidentemente desconcertado, pero haciendo como que la tiene clara.

Me desasnaré sobre Sonny Murray.

¡Ave Sonny Rollins & Archie Shepp!

Sirgatopardo dijo...

Sonny Murray era un batería totalmente arrítmico y a su bola. Creo que comenzó con Cecil Taylor.

Sirgatopardo dijo...

¡Ave!

Juan Nadie dijo...

Este Philip Larkin es insoportable. ¿Cómo se puede estar tan equivocado?
Menos mal que tenemos a Sonny.

Sirgatopardo dijo...

¡Y eso que era poeta!

Juan Nadie dijo...

Y nada malo:

Es raro no saber nada, no estar seguro
de qué es cierto o qué es justo o qué es real,
sino hablar con matices, eso creo, o bueno,
así parece, alguien debe saberlo.
Es raro no entender como marchan las cosas,
la astucia humana para hallar lo necesario,
su sentido formal, su puntual fecundar, sí,
es raro hasta el gastar ese conocimiento,
pues la carne nos ciñe con sus propias decisiones,
y pasar sin embargo la vida en vaguedades,
que cuando comenzamos a morir
no tenemos ni idea de porqué.

Sirgatopardo dijo...

Pero no se aplicó el cuento, en este caso el poema. Igual es que se lo tomó al pie de la letra...

carlos perrotti dijo...

Allá Larkin. Aquí diez más:

291. Bajo Fondo - Mar Dulce

292. Bajo Fondo - Presente

293. Emilio Kauderer & The Fernando Marzan Quintet - Tango Buenos Aires

294. Emilio Kauderer - El Desquite

295. Jorge Cutello - Just In Time

296. Jorge Cutello y Roberto Scaglione - On Vacation

297. Jorge Cutello Cuatro & 4 - Cabernet Jazz

298. Cacho Tejera - Mestizo

299. Cacho Tejera - Como un Tamboril

300. Explossion - Ricardo Sanz, Ricardo Lew, Luis Cerávolo, Jorge Navarro, Fats Fernández, Jorge Cutello y Cacho Tejera)

Sirgatopardo dijo...

El desasnamiento está alcanzando cotas insospechadas.
Esto va pareciendo un máster.

carlos perrotti dijo...

Como vos me desasnás con todo el jazz que parió el jazz y demás géneros de acá.

Conste que todos estos tipos tienen más discos en su haber, pero pongo aquí los más "junados", diría el argot porteño.

Te dije 400 la vez pasada. Me quedé corto. Van a ser 500.

marian dijo...

Me gustan los dos saxofonistas. Pero no es el jazz que más me gusta escuchar, salvo en algunos trocitos.

Sirgatopardo dijo...

Creo que actualmente son los mejores o al menos los que más han hecho.