lunes, 3 de marzo de 2014

Juan José Mosalini


Juan José Mosalini: el alma del bandoneón late en París

La música y la danza del Río de la Plata llegaron a las márgenes del Sena hace más de un siglo, seduciendo a los franceses, pero el tango vive ahora una verdadera explosión en Francia, de la mano de algunos de sus maestros contemporáneos, como el bandoneonista Juan José Mosalini. En una entrevista con la AFP en París, antes de viajar a Argentina, donde ofrecerá dos conciertos, y de donde partirá luego rumbo a China, Mosalini evocó "la apasionada e incondicional" relación entre París y el tango y entre él y el bandoneón, que llegó a sus manos cuando era un chiquilín.
Por Ana María Echeverría (AFP) 

"¿Maestro, qué significa el bandoneón para usted", le interrogó la AFP tras haberlo escuchado ensayar este fin de semana, antes de un aplaudido concierto en el teatro Alhambra, a unos pasos de la céntrica Plaza de la República.

"El bandoneón para mí es casi la vida. Fue el primer instrumento que escuché en la infancia, porque mi padre tenía dos pasiones: la carpintería y el bandoneón. Formó siempre parte de mi paisaje musical hogareño", explicó.

Mosalini, de 66 años, estudió con su padre desde los ocho años y a los 13 integró una orquesta de barrio, que tocaba en bailes y carnavales. "Era la época floreciente de estas orquestas", recordó el artista, que dio el salto a París en 1977.

"Me trajo la música y la situación política. Estábamos en plena dictadura militar y nuestra generación fue salvajemente golpeada. Nadie dejó de sufrir, sobre todo la gente que militaba, lo que era mi caso", recordó.

Ya en su camerino, tras haber dirigido con humor y guante de terciopelo a sus músicos, Mosalini notó que él ha sido testigo y partícipe del movimiento que ha transformado a París en la "segunda capital del tango".

"El tango, que llegó a Francia hace más de un siglo, vivió su primer apogeo en los años de 1930. En esa época, las orquestas populares francesas tocaban siete u ocho tangos todas las noches", dijo.

"Además, las visitas de artistas argentinos como (el uruguayo Francisco) Canaro y Carlos Gardel, que filmó tantas películas aquí, hizo que el tango estuviera siempre presente en París, de manera a veces clandestina, o sumergida, como fue durante la Segunda Guerra Mundial.

"¿Quién no pasó por París? Algunos se quedaron. Yo soy uno de ellos. Y es que hay aquí un amor incondicional a esta música, que está hecha de tripas, sensibilidad, ganas de comunicar sentimientos", expresó.

"Pero cuando yo llegué, no era tanto como ahora. Yo he sido testigo de todo lo que ocurrió alrededor del tango en estos últimos 30 años. Ahora se vive una verdadera explosión, sobre todo de la danza", subrayó.

Ahora hay más de 180 asociaciones de bailarines de tango en Francia, precisó el artista, señalando que París ha sido también el epicentro de la música instrumental del tango, un género que estuvo alguna vez adormecido en Buenos Aires.

Esta pasión por el tango ha llevado a que se cree un café concert al margen del Sena, que se llama "Buenos Aires sur Seine". Allí desfilan grupos nuevos con nuevas propuestas, con nuevos repertorios, agregó Mosalini, que se desarrolló como intérprete, compositor y también profesor en París.

Y como acontece siempre, nadie es profeta en su tierra: Argentina lo descubrió sólo en el 2008, cuando lo invitaron a un festival.

"Fue entonces que el público de Buenos Aires tomó conocimiento de mi trabajo. Y a partir de allí se empezaron a editar mis discos. Tengo como 15 CD's publicados. Y ahora dentro de unos días sale en Argentina el sexto disco".

El repertorio de ese álbum titulado "Música Argentina", que saldrá editado por Acqua records, incluye tres obras de Astor Piazzola, una del Osvaldo Ruggiero y otra de Mosalini, y cuenta con la participación de una orquesta de cuerdas francesas.

Para Mosalini, el tango es una música viva, con sus altos y bajos, que se transforma siempre, de forma imperceptible a veces.

"Hoy hay una enorme cantidad de tangueros que viven en Alemania, Holanda, Noruega, Japón, España, Italia, Estados Unidos. Y ellos, sumados a los de Río de la Plata, hacen que de manera constante haya cambios en el tango".

"Pero sea como sea, como bien dijo Osvaldo (Pugliese), el tango siempre transmite una manera de vivir. De vivir el día a día: la pareja, el amor, las contradicciones de la existencia", concluyó.

7 comentarios:

Sirgatopardo dijo...

Portentosos.

marian dijo...

Misión cumplida.

carlos perrotti dijo...

El tercer mosquetero. Mederos y Binelli los otros dos. Y Astor D'Artagnan.

Ejemplo de coherencia política no verborrágica además, como habrán notado, como su manera de tocar, ni una nota demás.

Sirgatopardo dijo...

Ni falta que hacen.

carlos perrotti dijo...

Ahí voy con otros 10. Atención con estos chicos. Uno en particular, Horacio Fumero, tocó con Tete Montoliu y aún anda por allá con grandes músicos españoles...

151. Adrián Iaies - Melancolía

152. Adrián Iaies - Goodbye - Solo Piano

153. Adrián Iaies - Tango
Reflections Trio - Astor Changes

154. Adrián Iaies Cuarteto - Round Midnight y otros tangos

155. Adrián Iaies - Cuándo dejó la lluvia de ser sagrada?

156. Adrián Iaies - Una módica plenitud

157. Horacio Fumero - Contrabajeando

158. Horacio Fumero & Albert Bover

159. Horacio Fumero con Gustavo Bergalli

160. Horacio Fumero desde Barcelona

161. Horacio Fumero con Iñaki Sandoval Trío

162. Horacio Fumero con Sergi Sirvent Trío

163. Guillermo Vadalá - Alumbramiento

164. Juan Cruz de Urquiza - Trías

165. Juan Cruz de Urquiza Cuarteto - Vigilia

166. Juan Cruz de Urquiza - De este lado

167. Quinteto urbano - En subida

168. Jazz Contemporáneo Argentino 1 y 2

169. Mono Fontana - Ciruelo

170. Mono Fontana - Cribas

Sirgatopardo dijo...

Conocía al extraordinario Adrián Iaies -lo escucho con frecuencia- y algo menos a Fumero. A los demás hay que investigarlos.
Se agradece.

carlos perrotti dijo...

Usted lo merece.