La situación de la terraza ofrecía una vista del noreste que se extendía por la Universal City, Burbank y hasta las montañas de San Gabriel. Harry se comió sus dos hamburguesas, que sostuvo por encima de la bolsa abierta para que no gotearan en el suelo, y observó el agonizante sol que cambiaba el color de las laderas de las montañas. Escuchó "Seven Steps to Heaven" del álbum Dear Miles de Ron Carter, uno de los bajistas más importantes de las últimas cinco décadas. Había tocado con todo el mundo y, en ocasiones, Bosch se preguntaba por las historias que podría contar, por las sesiones en las que había participado y por los músicos a los que conocía. Tanto en sus propas grabaciones como en las de los demás, el trabajo de Carter siempre destacaba, y en opinión de Harry eso era porque como bajista nunca podía ser un sideman, si no que siempre era el sostén, el que llevaba el ritmo, aunque fuera detrás de la trompeta de Miles Davis.
Michael Connelly - Nueve Dragones
4 comentarios:
Ritmo frenético con tintes policiacos, será para bajar los centollos de los ricos.
Vd. si que sabe.....
Jejejeje Sí, lo que habrán visto, lo que podrían contar tipos como Ron Carter, como Freddie Green, como Willie Dixon... los que se quedan en la sombra haciendo el trabajo mientras las luces deslumbran a los solistas.
Ya me gustaría a mí leer las memorias de alguno de ellos, pero sólo publican - con suerte - las de los solistas.
Y a mí, fíjate que he tratado de localizar la biografía de Charles Mingus de la que tú escribías en tu blog, y ya no quedan ejemplares.
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