Autor: Bob Willoughby |
Como reacción al cool jazz se desarrollaron diversos estilos en general, existió un movimiento de "vuelta a las raíces", esto es, al blues, los espirituales y la canción gospel. Algunos instrumentistas negros consideraban que se había privado al jazz de su vigor y emoción por un abuso de efectos superficiales, y que el jazz debería regresar a su función primaria de comunicación directa con los oyentes. Según Gillespie el movimiento… se denominó "hard bop" (bop duro), porque, reafirmaba la primacía del ritmo y del blues en nuestra música, y el esfuerzo que exigía tocarlo te llenaba de sudor.
Entre los dirigentes del nuevo movimiento se encontraban artistas del bop como Dexter Gordon (1923-1990), Thelonious Monk (1917-1982), Theodore Navarro (1923-1950), Max Roach (1924), el pianista Horace Silver (1928), el batería Art Blakey (1919-1990), los saxos altos Julian Cannonball (bólido) Adderley (1928-1975) y Jackie McLean (1931), los saxos tenores Henry "Hank" Mobley (1930-1986) y Theodore "Sonny" Rollins (1930), los trompetas Nathaniel "Nat" Adderley (1931), Clifford Brown (1930-1956) Donald Byrd (1932) y Lee Morgan (1938-1972), y el organista James "Jimmy" Smith (1928).
La documentación para la nueva música se encuentra en álbumes como Hard Bop (1956) y Buhaina's Delight (el placer de Buhaina's) (1961), de Blakey, The Catwalk (la pasarela) (1961), de Byrd; Bluesnik (1961), de McLean, y Finger Poppin' (estallando el dedo) (1959) de Silver, por citar unos cuantos.
Roach y Blakey crearon patrones interpretativos para los baterías con sus pulsaciones insistentes y sin pausa, el golpe de platillo para dar fuerza a las estructuras sincopadas y la tendencia a jugar con polirritmias en la percusión. Silver y los otros pianistas tocaban blues en estilo funky, esto es, con lentitud y expresividad, y "marcando el ritmo con dureza". Los instrumentistas de metal tocaban con brío, utilizando frases fluidas o angulosas, pero con gran emotividad y libertad en el fraseo y la improvisación melódica.
Eileen Southern - Historia de la música negra norteamericana
6 comentarios:
Muy ilustrativo texto.
Y conciso.
Ese ritmo frenético es para (literalmente) sudar a borbotones.
El amigo Clifford era un crack.
Y parecido sólo a sí mismo según pude captar al escuchar desde no hace mucho a este malogrado genio.
Efectivamente, si no hubiese fallecido tan jóven, hubiese llegado a la cumbre de la historia del jazz.
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