La historia de la saxofonista alto Vi Redd ilustra otra vez la sinrazón por la cual las mujeres instrumentistas de jazz han sido excluídas de la presencia en la historia del jazz. A pesar de actuar junto a grandes del jazz como Count Basie, Max Roach, Dizzy Gillespie, y Earl Hines, rara vez se no0mbra en los libros de historia del jazz con excepción de los que se centran específicamente en las instrumentistas de jazz femeninas. Una razón para su omisión es que la historiografía del jazz se ha basado en gran medida en las grabaciones producidas comercialmente. A pesar de su carrera activa y exitosa en la década de 1960, Redd lanzó tan sólo dos grabaciones como director de orquesta, en 1962 y 1964. Críticas de estas grabaciones, junto con las cuentas publicadas de sus actuaciones en directo y recuerdos de sus compañeros músicos iluminan cómo la carrera de Redd como instrumentista de jazz fue formada en gran medida por las normas de género establecidas del mundo del jazz .
Elvira " Vi " Redd nació en Los Angeles en 1928. Su padre, el baterista de Nueva Orleans Alton Redd, trabajó con grandes del jazz tales como Kid Ory, Dexter Gordon y Wardell Gray. Redd comenzó a cantar en la iglesia cuando tenía cinco años, y se inició en el saxofón alto en torno a la edad de doce años, cuando su tía abuela le dio un instrumento y le enseñó a tocar. Alrededor de 1948 formó una banda con su primer marido, el trompetista Nathaniel Meeks. Tocaba el saxofón y cantaba, y comenzó a actuar profesionalmente. Tuvo su primer hijo cuando tenía veintitantos años, y un segundo hijo con su segundo marido, el baterista Richie Goldberg, unos años más tarde. Fue en la década de 1960 que la popularidad de Redd como saxofonista de jazz / cantante alcanzó su punto máximo .
17 comentarios:
Suena muy bien.
Qué bueno sería hacer un apartado (llámese serie, llámese como se quiera) de las mujeres del jazz, no sólo de las cantantes, que parece que sólo hubiera cantantes en el jazz.
Eso me suena a venganza, ahora, poesía / mujeres instrumentistas del jazz, ya es otra cosa.
Es que lo mío con las series es una cosa seria.
Yo ya no doy más de mí. Me rindo incondicionalmente.
Después del IMSERSO...
El desasne de cada día. Que el jazz no es cosa de varones nada más, no?
Es más, el jazz sin las mujeres no tendría sentido.
Dicho sea de paso, casi lo olvido, anoche en casa de un músico amigo, escuchando al gran Paco de Lucía y a propósito de sus trabajos con Pedro Iturralde, me fue revelado un músico que me encantó en toda la dimensión de la palabra: Claude Delangle. Lo conocías? Yo no. Y me encantó.
Pues no lo conocía, de manera que se cumple el refrán: No te acostarás sin saber una cosa más.
Muy buena y muy bueno el traerla.
Todo una jazzwoman.
Ese detalle biográfico "Tuvo su primer hijo cuando tenía veintitantos años, y un segundo hijo..." no suele ser habitual en una biografía masculina.
En una biografía musical, me refiero.
Y además es lógico ya que no cuidan de los hijos.
Ellas habrán hecho paradas en su carrera.
Pues muy mal:)
Es lo que hay.
Este tema daría mucho de sí, ¿eh?, pero ahora toca disfrutar de la música.
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