Autor:William Gottlieb |
El trompetista Bunk Johnson, pertenece a esa clase de músicos legendarios de la primitiva época de la música afroamericana, cuando aun no se había inventado el gramófono y los músicos tocaban en los acontecimientos sociales de la ciudad, en los garitos y prostibulos del barrio prohibido de New Orleáns, "Storyville". Se cuenta además que Bunk Johnson, conoció y tocó el legendario cornetista Budy Bolden, de quien se decía, - no hay ninguna grabación que lo demuestre - que nunca hubo un cornetista como él.
Desde 1894, Bunk Johnson formó parte de la orquesta de Adam Oliver, con la que estuvo hasta 1914. Antes había marchado a New York, Dallas y San Francisco en 1903 y cuando regreso a New Orleáns ingresó en la "Superior Band" y mas tarde en la "Eagle Band". Tuvo que interrumpir su actividad cuando perdió su trompeta y también su dentadura en una pelea callejera, pero lo cierto es que desde detrás venían empujando con fuerza dos cornetistas, también de New Orleáns, que poco a poco lo irían arrinconando: Joe King Oliver y Louis Armstrong.
No obstante, Bunk Johnson debe su popularidad a una epoca posterior, cuando formó la "New Orleáns Renaissance", en la primera mitad de los años cuarenta con la intención de hacer un revival de la música criolla de la New Orleáns de finales del siglo XIX. Bunk Johnson, técnicamente hablando era inferior a los grandes cornetistas de New Orleáns. Era claramente aventajado por King Oliver, Freddie Keppard y por supuesto, por Louis Armstrong. De hecho él admitió sin recelo esa inferioridad musical cuando decidió restringir sus actuaciones musicales en los teatros o en los clubes de Boston, New York o San Francisco. La puntilla le vino cuando tuvo que enfrentarse a los medios técnicos modernos que existían en los estudios de grabación y que al desconocerlos, empobrecía su ya precario discurso musical.
En 1945 actuó en el "Stuqvesant Casino" de New York con varias formaciones pero su declive, físico y artístico, estaban ya acechando. Falleció cuatro años mas tarde viendo como el jazz tenía por delante un futuro enorme con el advenimiento, esplendor y brillo de un paisano suyo: Louis Armstrong.
2 comentarios:
Qué mal y buen sonido al mismo tiempo:)
Sonido auténtico.
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