viernes, 14 de septiembre de 2012

Charlie Bird/Parker - Capítulo 5


Autor:William Claxton
“Había ido al club Tiffanys a ver tocar a Charlie Parker. Le hice un par de fotos y me quedé a esperarle al término del show, sobre las dos de la mañana. Cuando hizo su aparición, sólo dijo una frase: “tengo mucha hambre”. Era un hombre de un apetito voraz. Así que me ofrecí para llevarle a algún lado en el nuevo Packard que le había cogido prestado a mi padre. Nos subimos, Bird y yo, más el grupo de fans que le seguían a todas partes, y bajamos a la ciudad buscando un restaurante que estuviera abierto pero, por aquel entonces, en Los Ángeles no había nada abierto a esas horas así es que los invité a todos a cenar en mi casa. Yo entonces era muy generoso pero, sobre todo, es que mis padres estaban de viaje. Nos metimos en la cocina y preparamos algo de comer mientras Charlie, sentado en la sala de estar, fumaba sin parar y contaba historias fabulosas sin fin, y eso que no era un hombre instruido pero era tan inteligente que sabía extraerle el jugo a todo y lo contaba maravillosamente utilizando las palabras que primero le venían a la cabeza. Luego tocó un poco para nosotros, que es cuando tomé esta fotografía. Después le hice una foto a Charlie completamente desnudo, sólo llevaba su saxofón. Por desgracia, perdí el negativo dos años más tarde. Cuando acabó el fin de semana le conduje de vuelta al hotel, nos dimos un abrazo y me fui directo a mis clases porque yo entonces estudiaba. Por la tarde, volví a casa y mis padres habían regresado de su viaje. Según me vio, mi madre me preguntó por el fin de semana. Le contesté: ‘ha sido el mejor fin de semana de mi vida, he estado aquí con uno de los mejores músicos de jazz del mundo; hemos desayunado, almorzado, cenado y desayunado de nuevo’. ‘Eso está muy bien’, fue su contestación. Y mientras mi madre me preguntaba, mi padre estaba escuchando todo sin abrir la boca, hasta que, por fin, se decidió a hablar: ‘¿A quién dices que has traído aquí?’. ‘A Charlie Parker’, le contesté; ‘¿No es un negro?’; ‘Sí’; ‘Pero estás loco, ¡qué van a decir los vecinos de nosotros!’. Ese era el modo de pensar típico de la clase media. Yo le aseguré que no tenía por qué preocuparse. La verdad es que, a mí, todo aquello me importaba muy poco. Para mí, lo único que contaba era el día y medio que había pasado en la compañía de Charlie Parker”.
William Claxton

4 comentarios:

Juan Nadie dijo...

Estupendo texto de William Claxton, el fotógrafo del jazz.

Sirgatopardo dijo...

El mejor junto a Herman Leonard.

marian dijo...

Igual es uno de los dos el autor de la foto del póster de Joe Henderson que tenía yo en la pared.
Ese saxo sigue sonando de p.m.

Sirgatopardo dijo...

Pudiera ser.